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"Quedan 6 días" fdo. eon; con tal mal presagio publicitario abre el periódico "El Pais" en su edición del miércoles 20 de marzo, y es que , si viviésemos en Irán, probablemente los días los tuviéramos contados, probablemente nuestros felíces sueños de occidentales hipócritas los tornaríamos en temerosos sueños de hipócritas medio-orientales. El pavor recorrería hasta la ultima gota de nuestra sangre y cualquier sonido en el quicio de la puerta haría que nos imaginásemos a un marine americano supermachote con ganas de violar a nuestra hija, menor de edad.
Quizá, la educación ultrareligiosa que hubiésemos recibido haría que odiásemos cualquier cosa proveniente de occidente, e hipotéticamente nos veríamos alentados tambien por nuestros vecinos a odiar las barras y estrellas.
Probabemente, igual que muchos de nuestros compatríotas tendríamos en la recámara de nuestra casa un kalasnikov de la Primera Guerra del Golfo. Quizá, la impotencia de ver nuestro pueblo invadido por estúpidos disfrazados de Hulk, nos llevaría a radicalizar nuestra postura contra ellos. Supongo, que nos alistaríamos en cualquier ejercito de milicianos ultraislamistas, y definitivamente, descargaríamos ese estúpido odio generado por la estúpida religión, contra los estúpidos americanos. Pero, claro está, esas mismas armas probadas con nuestros hermanos palestinos, acabarán por consumar la invasion de Irán (a no ser que al también estupido presidente de nuestro pais, Mahmud Ahmadineyad, le hubiese dado por lanzar lanzar las bombas atómicas (según Bush) o las centrales nucleares (según el presidente)).
Como consecuencia de ésto, y tras ser capturados por los supermachotes, nos llevarían a la isla bonita de Cuba, pero el son que oiríamos, poco tendría que ver con "azucar moreno y ron", en Guantámo, no existe la musica, el único ruido que oiríamos, sería el de las torturas a nuestros compañeros presos. Supongo tambien que algún día, una buena mañana, nos sacarían de excursión, a Europa, ¿un viaje de placer?......lo dudo. Un tribunal, compuesto por los jefes de esos supermachotes, nos condenaría a muerte, ¡¡¡¡glorioso fin para un matir!!!!.
En fin, que una vez asesinado, nuestro nombre se convertirá en una leyenda de la "Guerra Santa", pasaríamos a ser un nombre más en las listas de norteamericanos, y, seríamos una prueba más, de la estupidez humana.
Jorge Pozuelo Galán, Madrid, 29-3-07
